Se vuelve blanco mi entorno frío y solitario
Y los árboles y arbustos se encogen.
La belleza ambiental es ya un mito.
Los animales salvajes desaparecen y
los racionales se envuelven en cobijas, cobardes.
Mientras todo esto pasa en el Norte,
el centro de la atmósfera grita despavorido.
La capa de ozono es tan rala que,
ha dejado pasar al sol prepotente en la Tierra
derritiendo territorios glaciales.
¡El planeta llora!
¡El planeta llora!
El suelo se raja como piel seca al descuido.
Los ríos, los lagos y los océanos tienen sed.
No hay agua. Solo hay grietas áridas.
¡El planeta llora!
¡El planeta llora!

Y la gente ríe desmedidamente.
inconsciente,
estúpida,
bella, durmiente
ante el reflejo de logos subliminales,
y a la avaricia del rico prepotente,
Dueño.
¡El planeta llora!
¡El planeta llora!
El pobre come arroz plástico, frutas postizas,
carne saturada de hormonas.
Y la gente ríe. Y la gente ríe, como si nada.
La ignorancia magna estampa en su frente
el símbolo gremio de esclavo cibernético
al mejor postor publicitario:
Apple, Microsoft, Facebook,
WhatsApp, Sony, Amazon,
Versace, Coach, MercedesBenz,
WallStreet, etcétera, etcétera, etcétera.
Y el otro esclavo de las minas
y fábricas clandestinas muere, muere

El tesoro más precioso
dado a la humanidad
es tan solo hoy un vago
lejano recuerdo de lo que fue.
No solo las siete maravillas del mundo,
sino miles de miles.
Ahora, dan pena.
Dan escalofriante pena:
De Norte a Sur, a Este, a Oeste.
¡El planeta llora!
¡El planeta llora!
Culmina aquí la historia de nuestro planeta.